Un estudiante de secundaria local lanza una imaginativa campaña de crowdfunding para apoyar a Open Door.
«Una nación no puede reivindicar el liderazgo económico, tecnológico y moral cuando sus propios ciudadanos mueren por falta de asistencia asequible». Estas palabras podrían atribuirse a un presidente de EE.UU., pero Sumer Moudgill, de 16 años, las escribió en un artículo titulado «Answering Corona’s Call» (Respondiendo a la llamada de Corona), publicado por el galardonado Greeley Tribune, en el número del verano de 2020.
La estudiante de mentalidad cívica exploró a fondo el tema de las desigualdades sanitarias y recomendó medidas para mejorar algunos de los antiguos problemas de salud pública de Estados Unidos.
Sin embargo, a medida que se desarrollaba la pandemia, Moudgill empezó a ver el impacto desproporcionado en las familias locales y en los miembros vulnerables de la comunidad, que se enfrentaban a la desgarradora disyuntiva de pagar la compra o buscar atención médica crítica.
Su creciente toma de conciencia le impulsó a responder a la llamada para ayudar e inspirar a otros a implicarse, concretamente en los ámbitos del acceso a la atención sanitaria y la inseguridad alimentaria.
El sentido de responsabilidad social de Moudgill, junto con su talento único para el garabateo abstracto, desencadenó el lanzamiento de «Garabatos por donativos «, una imaginativa campaña de crowdfunding para ayudar a proporcionar alimentos suplementarios y servicios sanitarios asequibles a las familias locales.
A través del sitio Indiegogo de la campaña, Moudgill vendió sus característicos garabatos artísticos impresos en tarjetas y camisetas, donando el 100% de los beneficios menos los costes al Centro Médico Familiar Open Door y al Despensa Interreligiosa de Mount Kisco.
«Doodles for Donations» superó el objetivo de la campaña de Moudgill, recaudando más de 1.100 dólares.
Además del apoyo económico que prestó a las dos organizaciones, Sumer concienció elocuentemente publicando varias actualizaciones sobre su arte y su pasión por reducir las disparidades sanitarias en nuestras comunidades locales.
Además, promovió los aspectos curativos de hacer garabatos para reducir el estrés y la ansiedad y mejorar la concentración y el bienestar.
¡Gracias, Sumer!